Relación de la comunicación familia- escuela en el contexto educativo ecuatoriano
Family-school communication relationship in the Ecuadorian educational context
Fernando Sebastián Vega Buenaño1*, Morayma Jimena Bustos Yépez2, Lourdes Elizabeth Navas Franco3
1,2,3 - Universidad Tecnológica Indoamérica, Ambato, Ecuador
1. Email: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2147-9861
2. Email: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0001-7797-7061
3. Email: [email protected] ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4794-9099
Recibido: 11/07/2021 Aceptado: 23/09/2021
Vega Buenaño, F. S., Bustos Yépez , M. J., & Navas Franco, L. E. (2021). Relación de la comunicación familia-escuela en el contexto educativo ecuatoriano. Revista Publicando, 8(32), 33-50. https://doi.org/10.51528/rp.vol8.id2221
RESUMEN
El actual trabajo se ubica en la investigación referida a la comunicación familia-escuela, busca indagar los niveles de comunicación de los padres, representantes legales o familias con la escuela dentro de las actividades escolares en las instituciones educativas de las regiones Costa, Sierra y Amazonía, en los sectores urbano y rural del contexto educativo ecuatoriano. El trabajo se enfoca en el análisis de campo de corte cuantitativo descriptivo, se utilizó la encuesta como instrumento mismo que fue validada para posteriormente ser aplicada a padres a nivel nacional de todas las regiones naturales del país exceptuando la región insular, se realizó un muestreo aleatorio simple y por estratos, para el análisis estadístico se empleó el Anova de un factor para los niveles de estudio y un anova factorial para la región y el sector. Los resultados demuestran que la comunicación se relaciona con el grado de estudio de los padres (Pr=9.06e-10), es decir, a mayor grado de estudios mejor comunicación de los padres con la escuela, en cuanto a la región y el sector no revelan datos significativos, en este caso la comunicación de los padres con la escuela es la misma para las tres regiones y sectores del estudio. Se concluye que el grado de estudios de los familiares incide en los niveles de comunicación, pero la región y el sector no tienen nada que ver en la comunicación de los padres con la escuela.
Palabras clave: Comunicación, Escuela, Factores, Familia, Variables.
ABSTRACT
The current work is located in the research related to family-school communication, it seeks to investigate the levels of communication of parents, legal representatives or families with the school within the school activities in the Educational Institutions of the Coast, Sierra and Amazon regions, in the urban and rural sectors of the Ecuadorian educational context. The work focuses on the descriptive quantitative field analysis, the survey was used as an instrument itself that was validated to later be applied to parents at the national level of all the natural regions of the country except the insular region, a random sampling was carried out Simple and by strata, for the statistical analysis the Anova of a factor was used for the levels of study and a factorial anova for the region and the sector. The results show that communication is related to the degree of education of the parents (Pr = 9.06e-10), that is, the higher the degree of studies, the better communication of the parents with the school, in terms of the region and the sector They do not reveal significant data, in this case the communication of parents with the school is the same for the three regions and sectors of the study. It is concluded that the degree of studies of the relatives affects the levels of communication, but the region and the sector have nothing to do with the communication of the parents with the school.
Keywords: Communication, School, Factors, Family, Variables.
INTRODUCCIÓN
La educación es considerada de interés común en el desarrollo de las personas, para ello debe existir el comprometimiento de toda la comunidad educativa implicada con el aprendizaje de los estudiantes para repercutir de manera positiva en la calidad educativa de la niñez y la sociedad (Balarin & Cueto, 2008). Escuela y familia deben generar vínculos y ambientes de afectividad mutua que mejoren vías comunicativas, que sustenten confianza, alimenten el respeto y sobre todo propicien el aprendizaje en los estudiantes, lo que servirá para resolver retos que se presenten en un futuro (Bonell, 2016).
La participación de las familias, de los padres, de sus representantes, dentro de la educación de los niños se constituye en derechos básicos en Ecuador, y está sustentado en el Art. 347 de la Constitución del Ecuador (2008) y se relaciona con el Art. 2, Art.12, Art. 13 y Art. 77 de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (Ministerio de Educación del Ecuador, 2011).
Estudios realizados recogen aportes respecto a la comunicación familia y escuela, entre estos se puede citar conclusiones referentes al rendimiento académico Castro, Expósito, Lizasoain, & López (2015) de igual manera investigaciones referentes al desarrollo socio afectivo (Saracostti, y otros, 2019), o relacionadas al ausentismo escolar, a la revisión del clima de convivencia, al maltrato o bullying (Chang & Juyoung, 2012); de todas estas investigaciones se puede apreciar que el aprovechamiento así como el desarrollo personal de los estudiantes se siente afianzado gracias a la interacción de las familias a lo interno de la institución. Garreta (2015) reafirma y menciona que, de la relación familia - escuela, actitudes positivas son desarrollados por los representantes, quienes mejoran el nivel de satisfacción al sentirse considerados y parte de la institución. Los docentes que mantienen una actitud positiva hacia la presencia y participación familiar con el plantel educativo consiguen mejorar sus expectativas.
La relación familia - escuela es la interacción de la comunidad para comunicarse cooperar y coordinar acciones relacionadas a la educación de sus hijos y representados (Bordalba, 2018). Entonces, la institución educativa tendrá un rol fundamental al momento de informar o socializar a familias o representantes legales sobre sus deberes, obligaciones, su forma de implicación y de participación dentro de cada uno de los grados, una vez que las familias tengan conocimiento es decir que estén informadas podrán advertir a las instituciones sobre sus necesidades en materia de comunicación, así como de participación (Hernández, Gomariz, Parra, & García, 2016).
Dentro de la institución educativa se debe alimentar dos tipos de comunicación: unidireccional y bidireccional, la primera se basa en la fluctuación en un solo sentido, que va de la institución educativa hacia la familia y la segunda en que el receptor del mensaje deja la pasividad y se convierte también en un nuevo emisor. Es decir, el emisor siendo la institución y el receptor siendo la familia del estudiante pueden intercambiar información que aporta a su desarrollo (Garreta, 2015). Existe gran demanda de información de las familias, el disponer de esta información por parte de la institución y poder compartir a los progenitores es fundamental, para ello, cada una de las instituciones emplean vías para informar y dialogar con familias; los canales de información que son transmisibles de manera unidireccional utilizan actualmente grupos de WhatsApp, correos electrónicos, anuncios; páginas institucionales, blogs entre otros. En lo que respecta a comunicación bidireccional se emplea entrevistas, contactos telefónicos, reuniones grupales presenciales, reuniones a través de plataformas digitales entre otros (Ainscow, 2001).
A pesar de existir múltiples canales para la comunicación unidireccional muchos de ellos pueden contener y presentar debilidades, entre éstas por ejemplo puede haber inconvenientes en cuanto a la extensión del mensaje o quizás que no sea leída por parte de los representantes (Lyndsay, 2009). Los canales bidireccionales también poseen debilidades, las entrevistas no permiten obtener un diálogo e intercambio de información donde simplemente la institución educativa emite el mensaje, pero las familias no la receptan, suele suceder que para la entrevista no se puede acudir el día hora y fecha indicada o existió un olvido difuminándose y perdiendo el potencial que busca fomentar la relación familia-escuela (Garreta, 2015).
Otro tipo de comunicación relacionado de manera empírica o informal, es el mismo que aparece o puede aparecer durante la jornada laboral, este es para comunicar principalmente las llamadas “malas noticias” desvaneciéndose así el canal para mantener contacto familia y escuela (Graham, 2005), sin embargo coinciden los docentes y las familias que cuando todo va bien o marcha bien en cuanto al aspecto pedagógico no hace falta tener un acercamiento o relación familia-escuela lo que provoca connotaciones negativas en este contexto (Fan & Williams, 2010). Otro aspecto a tomar en cuenta es que la comunicación informal va disminuyendo a medida que los estudiantes van creciendo o subiendo de grado y a que aumenta la autonomía de los educandos entonces este canal se reduce en cursos superiores (Murray, McFarland, & Linda, 2015).
Diversas investigaciones señalan que la interacción familias e institución son mayores cuando ha sucedido dificultades o inconvenientes ya sea en el aprendizaje o en aspectos sociales (Alomar, 2006), a esta definición aporta Castro, Expósito, Lizasoain & López (2015) quienes manifiestan que parece verosímil pensar que cuando se produce un inconveniente es cuando mejora la participación familiar.
Las maneras o vías de implicación o niveles de comunicación de las familias con los planteles son diversos, pasando por la evolución de Epstein (2010) y Vogels (2002) se diferencia 7 tipos de niveles de participación y de relación familia - escuela (Hernández, Gomariz, Parra, & García, 2016) en este modelo se incorpora a distintos niveles de participación desde el involucramiento involuntario, pasando por el conocimiento, por la organización, por la gestión organizativa, hasta llegar a papeles claves y de implicación directa, de los cuales se menciona:
· Crianza y cuidado de sus hijos o representados (Maternalista y paternalista), donde las familias se encargan de crear un clima de confianza favorable para el desarrollo de los niños.
· Correspondencia de las familias con la institución (Comunicativo), en este nivel se ve la necesidad de realizar intercambio de información relacionado a sus hijos.
· Participación en actividades organizadas por la institución (Pertenencia) o de ayuda dentro de la institución (Voluntariado) generalmente inicia dentro del salón de clases desarrollando sentimientos de pertenencia y repercute en la colaboración directa con la institución.
· Apoyo del aprendizaje desde casa, emplaza específicamente en la ayuda o direccionamiento de las tareas escolares, en el control de su cumplimiento y hasta puede dirigirse a buscar ayuda externa (Docentes particulares, tareas dirigidas) para lograr un mejor cumplimiento y entendimiento de las tareas que realizan los niños en casa.
· Participación en organismos dentro de la institución (decisorio) según lo ampara la ley, así como acuerdos ministeriales pueden elegir y ser elegidos en comités de grados, en comités institucionales, así como participar en diferentes comisiones que existan en la institución educativa, esta forma de participación conlleva a involucrarse directamente en aspectos administrativos y de formación que se planifica en el centro educativo.
· Formación a familias (capacitación) que identifica las necesidades de formación en cuanto a las familias de los estudiantes y se abordan estos nudos críticos en charlas y cursos.
· Participación con la comunidad (Comunitario) en unión con la institución educativa se puede participar en lo que respecta a actividades organizadas dentro de la comunidad en general en la que se ubica el centro educativo, que abre la posibilidad de compartir objetivos con autoridades y docentes, dejando de lado el aspecto pedagógico que logre el involucramiento social.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura UNESCO (2004) respalda que para cumplirse con la articulación entre las instituciones educativas y la familia de los estudiantes deben existir 3 razones principales, a) reconocer que los padres educan a sus hijos desde casa, b) los factores positivos atraen una educación continua y de calidad en el desarrollo de los aprendizajes de los niños y, c) los padres, así como las familias se constituyen en ese lugar especial en donde se puede lograr una extensión de la escuela en casa.
Para alcanzar la calidad en educación es indispensable mantener una interacción eficaz entre familia e institución y en todos los sectores de la sociedad, quizás pueden contener aspectos relacionados a los hogares como: índices relacionados al equipamiento básico en el domicilio, hacinamiento familiar, acceso a medios de comunicación, escolaridad de los padres, expectativa de educación superior por parte de los padres y principalmente participación de los padres en actividades escolares.
Miranda (1995) manifiesta que la participación de las familias se puede evidenciar a través de dos aspectos: el primero relacionado a la información que tienen padres acerca de la institución y el segundo que tiene relación a su participación en actividades escolares, sintetizando que la información de las familias sobre las actividades organizadas en la institución facilita en gran medida la participación en actividades escolares de sus representados.
Macia (2019) hacen una comparación entre lo sucedido en países como Inglaterra, donde las madres, los padres y sus familias están relacionados en la toma de decisiones con respecto a temas pedagógicos y de organización de las instituciones, en Ecuador comúnmente no se cumple esta situación, los padres no tienen ningún influjo en los procesos de enseñanza.
Según Hoover, Bassler, & Burow (1995) son tres factores que favorecen el involucramiento de las familias con la institución educativa, el primero considera que los mismos representantes hayan sido testigos de la participación de sus padres u o de otros adultos, el segundo hace referencia a que se involucran de mejor manera si perciben un sentido de eficacia relacionado al éxito de sus hijos en la escuela y el tercero es una mejora en la participación si reciben motivación o exigencia de parte de la institución.
En lo que tiene relación a los factores familiares que inciden en la participación e involucramiento con la escuela, Avanzini (1969) manifiesta que la despreocupación es uno de los factores latentes, los padres rechazan apoyar a sus hijos y controlar las actividades educativas peor aún a asistir a las instituciones educativas, otra condición es que las familias están conscientes del apoyo que necesitan sus hijos, pero a muchos les resulta difícil por varios factores en algunos casos es el tiempo y en otros el nivel educativo que poseen.
Epstein & Clark (2004) basan su estudio en analizar la participación de los padres y su relación con la obtención de los aprendizajes, para ello, animan a un grupo de voluntarios que eran padres de familia para que puedan dedicar por lo menos 15 minutos al control y realización de actividades escolares, obteniendo como resultado que los mismos padres y docentes perciben mejoras en cuanto a su rendimiento escolar como en su comportamiento. Al respecto, Esquivel (2011) menciona que cuando la comunicación en el hogar es poco efectiva esto se ve reflejado en el vínculo que podría darse entre familia y escuela lo que no va a favorecer en nada al proceso educativo de sus hijos.
Un sinnúmero de investigaciones ha demostrado que el diálogo que mantienen los padres con el docente dentro de la educación formal facilita y promueve el aprendizaje, mejora su rendimiento académico, orientan hacia el éxito y determinan de mejor manera el aspecto comportamental. Para Naughton (2004) la presencia del padre de familia o de los familiares tiene un impacto positivo en el rendimiento académico, en el control de la elaboración de tareas en clase como en casa, el comportamiento que presenta los estudiantes es mejor; es decir se obtienen mayores beneficios cuando este control empieza en las primeras etapas de escolarización que debe potenciarse con el avanzar de los grados de Educación General Básica.
Actualmente la educación apunta a una nueva manera de entender la comunicación, en este sentido Glasgow & Whitney (2008) manifiestan que la enseñanza y la comunicación deben ser de carácter bidireccional, de tal manera que las inquietudes que no pudieron ser contestadas en el salón de clases por diversos factores como el temor o la vergüenza, puedan ser comunicados a sus padres y viceversa.
La Comunidad Educativa puede apoyarse y trabajar de forma conjunta en mejorar los procesos de aprendizaje de los estudiantes, el padre de familia debe acercarse a la institución e indagar sobre la presentación de las tareas y la participación que presenta en el desarrollo de las horas clase. Para Sanders & Sheldon (2009) en esta actividad se puede encontrar barreras ya sea por parte de la propia escuela como de los mismos padres de familia, en lo que respecta a la escuela se da el caso de docentes y autoridades que no valoran el tiempo que los padres disponen para averiguar estos procesos de aprendizaje o podría darse el caso de docentes reservados para esta actividad, por temor a que el padre de familia pueda juzgar la capacidad de enseñar del profesor. En cambio, las barreras que presentan los padres pueden ser individuales o grupales, van desde una experiencia mala con el personal de la escuela hasta dificultades del tipo cultural, lingüístico socioeconómico, falta de interés, falta de tiempo, falta de conocimiento sobre los horarios de atención.
El diálogo con el docente es fundamental, el apoyo que el padre de familia pueda dar en el cumplimiento de las tareas enviadas a casa es primordial, la familia del estudiante debe estar atenta a las necesidades, a las dificultades, a los ambientes de estudio, a su control, al estilo de convivencia familiar, a los gustos, reglas, normas de convivencia, motivaciones y demás actuaciones que se pueda transmitir hacia el docente y la escuela para que pueda encaminarse de buena manera el proceso de aprendizaje (Jordán, 2009).
Bolívar (2006) manifiesta que la asistencia a las convocatorias realizadas por la institución educativa o por el docente de grado, no es una práctica nueva debido a que como padres de familia desean el éxito escolar para sus hijos y esto se ve reflejado en el trabajo conjunto, quizás en la actualidad únicamente ha adquirido nuevas connotaciones y ha adoptado diversas formas de realizarse, o quizás en estos tiempos los horarios para que asistan los padres interfieren con su jornada de trabajo.
Hernández & López (2006) plantean la necesidad principal del docente de capacitarse o formarse en temas sensibles como es la relación o comunicación con padres de familia, esto con la finalidad de superar las barreras existentes o que se pudieran presentar, ayudando al profesorado aceptar la diversidad de estilos familiares, tipos de familias, creencias y admisión de sus prácticas.
Es importante el diálogo que deben mantener entre el padre de familia, sus familias y el estudiante sobre el comportamiento que va teniendo en la institución, las dificultades de aprendizaje que pudiera tener o que pudiera surgir, su progreso en cuanto a la adquisición de destrezas, la adaptación escolar en el grado que vaya atravesando, los proyectos elaborados entre otras actividades que el estudiante va cumpliendo en su rol dentro de la escuela (Hornby, 2010).
Grant & Ray (2013) señalan la necesidad sensible de mantener una relación confiable entre estudiante y padre de familia, todas las actividades realizadas serán fundamentales para el fortalecimiento de estos lazos, los mejores resultados se obtienen cuando las familias no son críticas o no cuestionan las actuaciones realizadas por los estudiantes en las diferentes horas clase, al contrario, se mantiene el ambiente de respeto y las tratan de comprender, aunque esto no sea fácil.
El desarrollo del diálogo entre el padre y el estudiante es principal, es necesario mejorar el desarrollo de la confianza, el respeto, la justicia, la solidaridad en todo momento, la familia debe implicarse en la vida escolar y conocer sobre las relaciones que tiene el estudiante con los docentes al interior de las Instituciones Educativas (Hernández, Gomariz, Parra, & García, 2016).
La participación de los padres de familia y de las mismas familias de los estudiantes no solamente tiene que ver con el aspecto comunicativo sino también con el aspecto colaborativo, siendo necesario promover un clima de confianza, motivar la participación y de igual manera el padre debe contar con conocimientos y habilidades necesarias para cumplir con las actividades encomendadas, produciéndose un dilema que puede dar responsabilidad a una persona sin saber de su capacidad de asumirla; por otro lado la persona nunca será capaz de asumir responsabilidades sin darle oportunidades, entonces la participación nunca será de manera casual o voluntaria solo de ciertos padres, siempre se va a requerir el querer, el saber y el poder aportar como parte de la educación de sus hijos (Brisebois, 1997).
No es suficiente que los padres de familia o los representantes deseen participar, se requiere que sepan cómo hacerlo y para ello se podría necesitar formación inicial o capacitación; se puede presentar el caso en el que el padre quiera participar, sabe cómo participar, pero no puede participar, es necesario fusionar todos estos cauces para llevar a cabo la tarea. Para ello es recomendable y preciso contar con estructuras organizativas adecuadas (EURYDICE, 1997).
Para el presente estudio se plantea las interrogantes siguientes: ¿Tiene relación el nivel de estudios de los padres con la comunicación que estos tienen con la escuela? ¿Existen diferencias de comunicación entre familia y escuela en las instituciones educativas de las regiones Costa, Sierra y Oriente, en los sectores urbano o rural en el contexto ecuatoriano?
La investigación tiene un estudio de campo de corte cuantitativo descriptivo, para ello se levantó la información enviando una encuesta por medios electrónicos para que fuera contestada por los padres de familia a nivel nacional con ayuda de estudiantes - docentes de la carrera de educación básica.
En la encuesta elaborada participaron alrededor de 5511 representantes de estudiantes de las principales regiones del Ecuador (Costa, Sierra y Oriente) se exceptúa la región insular por la dificultad de acceso del equipo investigador.
El equipo investigador empleó una encuesta elaborada, validada y direccionada a padres de familia o representantes de instituciones de educación de Valdés, Martín y Sánchez (2009) quienes con la finalidad de profundizar en el objeto de estudio y permitir la fiabilidad de la información obtenida sometieron el instrumento al factor de confiabilidad y obtuvieron un alfa de Cronbach de (0.92) y con el análisis factorial por el método de rotación varimax establecieron tres factores a medir, como son la Comunicación con la escuela, la Comunicación con el hijo y el conocimiento de la escuela, para este estudio se utilizó lo que corresponde a la comunicación con la escuela.
El instrumento que se tomó a partir de Valdés, Martín y Sánchez (2009) fue validado pues se hicieron cambios de contenido para que las preguntas fueran claros en este contexto, se procedió a la validación de contenido, para ello se elaboró una ficha de evaluación, entregando a docentes de trayectoria en el Magisterio, incluso a autoridades distritales, posteriormente se empleó la técnica edición de estabilidad para medir la confiabilidad del instrumento, que consiste en aplicarlo dos veces al mismo grupo de personas (pudiendo ser más ocasiones) con un intervalo de descanso.
Luego de aplicado el instrumento al mismo grupo por dos ocasiones con un intervalo de tiempo de dos semana los resultados del grado de correlación reflejan un alto grado de confiabilidad y consistencia del instrumento (0,98), en lo que respecta a dicho cuestionario consta de una sección de aspectos demográficos, y otra sección relacionada a la comunicación familia-escuela, para el llenado de las encuestas se empleó la escalas tipo lickert, aplicado aproximadamente en 20 minutos, se inició con un pequeño diálogo y compromiso ético de parte de las personas que aplicaron la encuesta con la finalidad de garantizar el anonimato.
De la cantidad de información obtenida a nivel nacional, se seleccionaron los datos relativos a la comunicación familia - escuela, a partir de un análisis minucioso se detectan puntos débiles en diferentes canales, algunos manifestados por los encuestados al momento de su aplicación y otros que se detectan a partir de la revisión bibliográfica, posteriormente se llevó a cabo un análisis dialógico de la información obtenida fruto de la encuesta y el marco conceptual existente (Glaser & Strauss, 2010); con la intención de ampliar y valorar el conocimiento existente y relacionarlo al objeto de la investigación. La presentación de los resultados fue en base a las variables propuestas en el estudio, región, sector y niveles de estudio de los padres de familia.
Se realizó el levantamiento de la información con la ayuda de los estudiantes de la carrera de Educación Básica modalidad a distancia, y por la situación actual que se está viviendo a nivel mundial, las encuestas se realizaron a través del internet utilizando la herramienta Google Form. Se lograron recabar 5538 datos que fueron en primera instancia sometidos a un barrido de datos por inconsistencias quedando conformada la población por 5511 datos.
En lo que respecta a los análisis estadísticos se procede de la siguiente manera:
· De la población encuestada y empleando la fórmula tradicional se realiza un muestreo aleatorio simple.
· Se considera el 95% de confianza y se contrasta con 5% de error máximo de muestreo.
· La muestra obtenida a trabajar es de 373 datos.
· Se aplica un muestreo por estratos.
Por consiguiente, el muestro queda establecido de la siguiente manera:
Análisis estadístico
Para el análisis estadístico se utilizó el análisis factorial o Anova de doble entrada, lo que facilitó estudiar de manera simultánea los efectos de dos hechos de varianza (Fisher, 1930), se utilizó el software estadístico Rproject versión 4.0.5 (2021. 03. 31).
Sobre la base de las interrogantes determinadas en la investigación, se consideró el nivel de estudios de los padres de familia, para ello se establecieron cinco categorías:
1. ninguno, 2. educación básica, 3. bachillerato, 4. tercer nivel y 5. cuarto nivel
De lo que se logra obtener los datos siguientes:
Figura 1.
Niveles de estudio de la población
De la figura 1, relacionado al nivel de estudios de la población, se puede determinar que se constituye mayormente por padres de familia o representantes de los estudiantes con estudios completos, ubicados en mayor número en bachillerato y tercer nivel, es decir que, la población investigada muestra un alto rango de preparación, pocos padres que contestaron a la encuesta no tienen algún nivel de estudio, lo que puede ser muy incidente en los resultados obtenidos sobre la participación.
Para determinar si los niveles de estudio inciden en los niveles de comunicación que tienen los padres con la escuela se consideraron para el análisis estadístico los niveles de estudios de educación básica, bachillerato, tercer nivel y cuarto nivel; se realizó un anova de una entrada para medir la significación de la comunicación en función de los niveles de estudio.
Figura 2.
Medias de los niveles de estudio
Se observa en la figura 2 que, aparentemente, a mayor nivel de estudio mayor comunicación con la escuela. Para dilucidar este supuesto hacemos el siguiente Anova:
En efecto, se encuentran diferencias significativas para el factor nivel de estudio, es decir, el nivel de estudio de los padres de familia tiene mucho que ver con la comunicación de los padres con la escuela.
Para ubicar el origen de la significación, es decir, para saber qué pares de media son diferentes se utilizó la prueba de Tukey al 5% obteniéndose los siguientes resultados:
Se encuentran diferencias significativas para los siguientes pares: bachillerato-básica, tercer nivel - básica, cuarto nivel -básica, es decir en estos niveles de estudio la comunicación con la escuela no es la misma, hay mayor comunicación a mayor nivel de estudio. Al comparar las medias de los pares de tercer nivel – bachillerato, cuarto nivel - bachillerato y cuarto nivel - tercer nivel no se encuentran diferencias significativas, es decir, la comunicación para estos niveles de estudio es la misma.
Por otro lado, y para determinar la incidencia de la región (Costa, Sierra, Oriente) y del sector (urbano, rural) en la comunicación con la escuela se obtuvieron los siguientes resultados:
Figura 3.
Media de Comunicación por región
Se puede apreciar en la figura 3 que aparentemente no existen diferencias de comunicación en las tres regiones estudiadas. De la misma manera procedemos con la comunicación por sectores:
Figura 4.
Media entre sector urbano y rural
Aparentemente como se observa en la figura 4, la comunicación entre el sector urbano y rural es la misma. Para comprobar si la región y el sector, inciden en la comunicación de los padres con la escuela se procedió a realizar un análisis de varianza factorial obteniéndose los siguientes resultados:
De la Tabla 4 en base al valor de Pr obtenido, se concluye que: no se encuentran diferencias significativas en la comunicación de los padres de familia con la escuela por regiones y sectores del estudio. Es decir, que la comunicación es la misma para las diferentes regiones (Costa, Sierra, Oriente) y sectores del estudio (urbano, rural).
Figura 5.
Comunicación para la región y sector
A pesar de no encontrarse diferencias significativas en el anova, se puede observar en la gráfica que la comunicación tanto en la costa como en sierra es ligeramente mayor en el sector urbano que en el rural, no así en el oriente que se puede observar que existe mayor comunicación en el sector rural.
La investigación ha permito hallar que, el nivel de estudio de los padres tiene incidencia en la comunicación familia-escuela, lo que concuerda con estudios de Hoff (2003) y Garreta (2015) quienes manifiestan que los padres de los estudiantes que cuentan con niveles de estudio completos o superiores se tiene una mayor interacción con la institución, se sienten más comprometidos con el nivel de aprendizaje a alcanzar de sus hijos, además crean ambientes de estudio intelectuales y estimulantes para sus hijos (Macia, 2019). El hecho de que los padres manifiesten tener buena comunicación con los docentes mejora los canales de interacción que como lo menciona (Hernández, Gomariz, Parra, & García, 2016) permite hacer de esta participación familiar un instrumento que mejora los ambientes de aprendizaje de los estudiantes.
Los datos obtenidos dejan ver que la mayoría de los padres encuestados afirman asistir a las reuniones convocadas por la institución educativa lo que a decir de Bolívar (2006) con quien concuerda la investigación es imprescindible que los padres se mantengan atentos a los llamados no solo para recibir noticias sobre el rendimiento de sus hijos sino también para estar atentos a las necesidades que pueda tener el centro de estudios.
EURYDICE (1997) manifiesta en su estudio que los padres no se sienten seguros de ayudar a sus hijos y que no participan de manera natural en las actividades que puedan proponer los docentes, lo cierto es que en este trabajo se detectó que la mayoría de los padres de familia se comunican con la escuela y mantienen relaciones cercanas con los docentes de sus hijos.
Del estudio realizado se aprecia que la participación no depende de la región o el sector donde residen los padres, la comunicación va a ser por igual, lo que coincide con el trabajo presentado por Bustos (2017) donde asevera que no encontraron diferencias representativas en cuanto a comunicación, tanto en las escuelas del sector urbano y rural, puesto que las instituciones tienen las mismas características, y responsabiliza al padre de familia que es el ente llamado a participar activamente en las actividades escolares de sus hijos y por ende a formar parte del proyecto educativo instituciona. Para ello se necesita estar involucrado en cualquiera de los 3 ejes que menciona De la Guardia (2002) y que son: interés ideológico o subjetivo; la persona involucrada o voluntario que deberá compartir ideales, necesidades u objetivos afines con los miembros de la institución en la que se encuentran sus hijos.
La satisfacción socio afectiva, permite que la persona que desea colaborar participe a medida de obtener un reconocimiento social, como lo dice Jordán (2009) los padres lo pueden llegar a hacer por un sentido de pertenencia hacia la institución, pero su colaboración se siente frustrada si percibe desinterés, rechazo o si se siente ignorado por parte de los docentes. Miranda (1995) dice que los padres participan mayormente cuando se siente miembros activos y responsables del grupo, su intervención y el involucramiento genera beneficios no solo propios, sino comunitarios.
En lo que tiene que ver a la variable sociodemográfica respecto al nivel de estudios de los padres de familia, se trabajó mayoritariamente con población que cuenta con estudios completos de bachillerato y tercer nivel, alcanzando diferencias marcadas en la comunicación y participación con la escuela, lo que se concluye que, a mayor nivel de estudios de parte del padre de familia, mayor será la interacción y comunicación con la escuela.
En lo que respecta a la variable de comunicación familia - escuela por regiones encuestadas (Costa, Sierra y Amazonía), no se han detectado diferencias significativas; y en lo relacionado a la variable de sector urbano y rural se destaca en la región Amazónica una varianza marcada y de mayor relación en el rural que en lo urbano, mientras que en Sierra y Costa su participación se asemeja, existiendo aporte mayor en lo urbano que rural. Machen, Wilson, & Notar (2005) manifiestan que, sin importar el sostenimiento de la institución, la región o departamento, el sector urbano o rural, la participación de las familias, mejoran la calidad de los sistemas educativos y brindan un sinnúmero de oportunidades para que sus representados tengan éxito en el interior de la escuela.
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