Las habilidades sociales en los albores de la adolescencia. Enero-marzo (2020), vol.7 (23): 85-92
Para Citar: Quevedo Mora, V., Andrade Parra, A., y Perlaza de la Rams, P. (2019). Las habilidades sociales en los albores de la adolescencia: un diagnóstico con escolares del centro Alejandro Játiva Martínez. Revista Publicando, 7(23), 85-92. Recuperado de https://revistapublicando.org/revista/index.php/crv/article/view/2056.
Las habilidades sociales en los albores de la adolescencia: un diagnóstico con escolares del centro Alejandro Játiva Martínez
Recibido: 20/8/2019
Aceptado: 30/11/2019
Victor Ernesto Quevedo Mora 1*, Amparo Andrade Parra 2, Perbis Perlaza de la Rams 3
1*. Docente Facultad de Ciencias Psicológicas-Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador.
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0003-1409-7774 Email: [email protected]
2. Docente Facultad de Ciencias Psicológicas-Universidad de Guayaquil, Guayaquil, Ecuador.
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-1442-3229 Email: [email protected]
3. Docente en Colegio Alejandro Játiva Martínez, Guayaquil, Ecuador.
ORCID ID: https://orcid.org/0000-0002-7923-3637 Email: [email protected]
Resumen: Las habilidades sociales de los escolares es prioridad para su formación y desarrollo y, por tanto, la transformación del mundo escolar reclama de manera científica la necesidad de orientación para el desarrollo de estas. La presente investigación tiene como objetivo general diagnosticar el estado de las habilidades sociales en escolares de la escuela Alejandro Játiva Martínez, ubicado en socio-vivienda 1, sector La Prosperina noreste de Guayaquil, Ecuador en el curso escolar 2018-2019, trabajando con 25 sujetos del 6to año, con edades comprendidas entre 10 y 11 años, dato que relaciona el estudio de las habilidades sociales con la entrada a la adolescencia, la cual resalta como compleja etapa del desarrollo ontogenético. Para la recogida de datos se aplicaron diferentes métodos: teóricos (histórico-lógico, análisis y síntesis e inducción-deducción), empíricos (observación y encuestas) y estadísticos (estadística descriptiva). El trabajo se considera de gran importancia pues ofrece posibilidades para su contextualización, como parte del despliegue de estrategias educativas orientadas a potenciar la atención a la diversidad desde el rol profesional del psicólogo educativo.
Palabras clave: habilidades sociales, preadolescencia, diagnóstico.
Abstract: The study of social skills of school-aged children is priority for their formation and development; therefore, the transformation of the school world demands a need for guidance from a scientific point of view, in order to develop those skills. The general objective of this research is to diagnose the current state of social skills in school-aged children from Alejandro Játiva Martínez school children, located in socio ‐ housing 1, La Prosperina northeast sector of Guayaquil, Ecuador in the 2018-2019 school year. It has been studied 25 subjects of the 6th year, with ages between 10 and 11 years, relating social skills with the entrance to adolescence, which stands out as a complex stage of ontogenetic development. For data collection, different methods were applied: theoretical (historical-logical, analysis and synthesis and induction ‐ deduction), empirical (observation and surveys) and statistics (descriptive statistics). The work is considered of great importance since it offers possibilities for contextualization, as part of the implementation of educational strategies aimed at enhancing attention to diversity from the professional role of the educational psychologist.
Keywords: social skills; pre-adolescence; diagnosis.
El desarrollo de habilidades sociales en la escuela es un imperativo de estos tiempos para las ciencias psicológicas y de la educación. Partiendo del principio de que la misión de la educación es formar para la vida, la escuela hace suyo el encargo social de formar las cualidades y habilidades sociales necesarias que permitan a cada ser humano satisfacer las demandas de su tiempo. Esto reclama una educación dirigida no solo al intelecto, sino también a la educación del afecto. Las ciencias psicológicas y pedagógicas han demostrado que un alumnado educado axiológicamente, será capaz de enfrentar de manera proactiva los contratiempos de su vida cotidiana, será consciente de sus limitaciones y fortalezas, experimentará sentimientos de seguridad y autoconfianza, e incluso contará con los recursos que le permitan optimizar sus relaciones sociales. Dentro de la autonomía axiológica se encuentra la importancia de la autoestima, la automotivación, la autoeficacia emocional, la responsabilidad, la actitud positiva ante la vida y el análisis crítico de las normas sociales, lo que en los últimos tiempos se ha dado en resumir dentro de la categoría habilidades sociales, con sus disímiles constataciones en el campo científico.
Según Álvarez de Zayas (citado por Colectivo de autores, 2011, p.33) con connotación más pedagógica, las habilidades son estructuras psicológicas del pensamiento que permiten asimilar, conservar, utilizar y exponer los conocimientos. Se forman y desarrollan a través de la ejercitación de las acciones mentales y se convierten en modos de actuación que dan solución a tareas teóricas y prácticas. Se habla de desarrollo de la habilidad cuando una vez adquiridos los modos de acción, se inicia el proceso de ejercitación, es decir de uso de la habilidad recién formada en la cantidad necesaria y con una frecuencia adecuada, de modo que vaya haciéndose cada vez más fácil de reproducir o usar, y se eliminen los errores.
En una resumida síntesis sobre los antecedentes del tema, podemos decir que, aunque la dimensión relacionada con el comportamiento de lo social ha preocupado siempre, no fue hasta mediados de los años 70 cuando el campo de las habilidades sociales consiguió su mayor difusión, llegándose a homologar con la definición de conducta asertiva, que era entendida como la expresión de sentimientos de amistad y cariño, así como otros más negativos, como la ansiedad. A finales de la propia década, se comienza a investigar en pos del entrenamiento de las habilidades sociales, prevaleciendo sustantivas diferencias entre los aportes de Norteamérica y Europa, dadas por los fundamentos teóricos que se empleaban: ciencias de la conducta y psicología social, respectivamente (Ballesteros y Gil, 2002).
Hasta la actualidad, las habilidades sociales se definen como estrategias aprendidas de forma natural y existen varias teorías al respecto, entre las que destacan la teoría del aprendizaje social y la psicología social, las cuales parten de entender que las habilidades sociales son un conjunto de capacidades que permiten el desarrollo de un repertorio de acciones y conductas que hacen que las personas se desenvuelvan eficazmente en lo social. En sí mismas son complejas, ya que están formadas por un amplio abanico de ideas, sentimientos, creencias y valores que son fruto del aprendizaje y de la experiencia. Todo esto va a provocar una gran influencia en las conductas y actitudes que tengan las personas en su relación e interacción con los demás (Caballo, 2007).
Para Gil y León (citado en Colectivo de autores, 2011, p.27), las habilidades sociales permiten desempeñar las siguientes funciones:
• Son reforzadores en situaciones de interacción social.
• Mantienen o mejoran la relación interpersonal con otros individuos. Una buena relación y comunicación son puntos base para posteriores intervenciones con cualquier tipo de colectivo.
• Impiden el bloqueo del reforzamiento social de las personas significativas para el sujeto.
• Disminuye el estrés y la ansiedad ante determinadas situaciones sociales.
• Mantiene y mejora tanto la autoestima como el autoconcepto.
En este trabajo, se coincide con los criterios de los autores antes mencionados, pues hacen alusión a que las principales habilidades sociales son:
• Apego: capacidad de establecer lazos afectivos con otras personas.
• Empatía: capacidad de ponerse en el lugar del otro y entenderle.
• Asertividad: capacidad de defender los propios derechos y opiniones sin dañar a los demás.
• Cooperación: capacidad de colaborar con los demás para lograr un objetivo común.
• Comunicación: capacidad de expresar y escuchar. Sentimientos, emociones, ideas, etc.
• Autocontrol: capacidad de interpretar las creencias y sentimientos propios y controlar los impulsos.
• Comprensión de situaciones: capacidad para entender las situaciones sociales y no tomarlas como algo personal, o culparse de determinadas cosas.
• Resolución de conflictos: capacidad para interpretar un conflicto y sacar alternativas de solución al mismo.
• Resiliencia: capacidad de superar las adversidades de la vida y salir fortalecidos.
En diálogo con tales aportes, vale destacar que la preadolescencia es la etapa donde las actividades educativas deben estar centradas en entrenar las habilidades de la vida diaria, teniendo en cuenta que sus neoformaciones se distinguen porque el escolar espera tener éxito en su aprendizaje y proyectar una imagen positiva y de triunfador, desea tener amigos íntimos y ser objeto de la aceptación y aprobación de sus pares, desarrolla tareas individuales y colectivas; gradualmente los pares van cobrando mayor importancia dentro de los proyectos cotidianos, de manera que si el adolescente no logra éxito en las empresas comunes, se siente inferior y se vuelve extremadamente susceptible a sus limitaciones. Si los padres, maestros y amigos se burlan o le demuestran que es incapaz, se sentirá inseguro, y comenzará a dudar sobre sus merecimientos de afecto y sobre sus posibilidades de éxito. La sobrevaloración de los fracasos puede afectar la autoestima y aminorar el deseo de avanzar; el manejo adecuado de los fracasos consiste en hacer un análisis sobre cómo se produjeron, y en generar opciones de solución en conjunto (Collazo y Puentes, 1992; Fariñas León, 2009).
Entre los referentes teóricos consultados para esta investigación, encontramos consenso en que en esta etapa las adquisiciones desde el punto de vista cognoscitivo, del desarrollo intelectual y afectivo motivacional, expresadas en formas superiores de independencia, de regulación, deben alcanzar un nivel de consolidación y estabilidad que le permita enfrentar exigencias superiores en la educación general media, de manera que los programas de desarrollo de habilidades sociales en los centros educativos, ha de ser un imperativo de la escuela contemporánea en nuestros países, asumiéndose desde su carácter preventivo, y desde una perspectiva integral de concebir la formación curricular de nuestros educandos.
Para Martínez (2016) las acciones para promover las habilidades sociales en esta etapa se concentran en:
1-Estimular el desarrollo de las capacidades de escuchar, de expresión verbal y no verbal, y de comunicación en general.
2-Fortalecer la capacidad de rabia-enojo y de las emociones en general.
3-Reforzar la capacidad de definir el problema, de optar por la mejor solución y de aplicarla cabalmente.
4-Ofrecer preparación para enfrentar las dificultades de los cambios escolares y laborales.
5-Reforzar los conceptos de protección familiar y procreación responsable.
6-Fomentar la habilidad de reconocer esfuerzos y logros.
7-Desarrollar la capacidad de comunicación afectiva.
Cabe destacar que los antecedentes de esta investigación se remontan a estudios sobre acoso escolar realizados en el país. Según la Encuesta Nacional de la Niñez y la Adolescencia en Ecuador, el 64 % de los niños escolarizados, entre 8 y 17 años, ha sido parte de peleas entre ellos y un 69 % reconoce la presencia de abusos y maltratos en las escuelas (Knaul y Ramirez, 2014), cifras que se integran a la tasa del 70 % de incidencia de acoso escolar en América Latina, la más alta del mundo (Pozo-Ortega, 2018).
El sistema nacional de educación adolece hoy de una política que centre su atención en el desarrollo de habilidades sociales para manejar las situaciones cotidianas, lo cual es complemento directo de la formación integral a la que aspiramos, basándonos en el principio de que la educación es ajena a las necesidades de los pueblos si su fin no se concreta en la felicidad de los educandos y en las posibilidades de convivir armónicamente, a pesar de la diversidad.
La situación descrita conlleva a plantear el siguiente problema científico: ¿qué características presentan las habilidades sociales en los escolares de segundo ciclo del centro escolar Alejandro Játiva Martínez, ubicado en socio-vivienda 1, sector La Prosperina noreste de Guayaquil, delimitando como objeto de estudio el estado actual del desarrollo de habilidades sociales en los escolares del segundo ciclo y proponiendo como objetivo de la investigación diagnosticar el estado de las habilidades sociales en escolares de segundo ciclo de la escuela Alejandro Játiva Martínez, ubicado en socio-vivienda 1, sector La Prosperina noreste de Guayaquil, Ecuador, para el curso escolar 2018-2019.
Para esta investigación se toma una población de 25 escolares del 6to año del Centro Escolar Alejandro Játiva Martínez, ubicado en socio-vivienda 1, sector La Prosperina noreste de Guayaquil, con edades comprendidas entre 11 y 12 años. Se utiliza el muestreo intencional pues se selecciona atendiendo a que son los escolares que se adentran a la preadolescencia, la cual es una de las etapas más difíciles del desarrollo ontogenético por lo que debe contar con recursos y herramientas necesarias para afrontar las situaciones problémicas que puedan surgir en este período (Bozhovich, 1976).
De forma general (desde el entendido de investigación como sistema), utilizamos el método dialéctico-materialista, el cual permitió un análisis del objeto en su desarrollo, lo que hace que la investigación tenga un carácter más objetivo y científico. Derivados de ello, los métodos específicos son:
Teóricos:
· Histórico-Lógico: con el objetivo de caracterizar las habilidades sociales en los escolares teniendo en cuenta la evolución histórica de su tratamiento, específicamente a partir de los resultados de las investigaciones en las diferentes etapas y del conocimiento de las leyes generales que identifican el funcionamiento y desarrollo de esta.
· Análisis y síntesis: con el objetivo de realizar un estudio a profundidad más organizado al descomponer el proceso de desarrollo de las habilidades sociales en función de lograr el establecimiento de las regularidades y elementos que conforman la situación problémica y que permita establecer relaciones entre sí y vincularlos como un todo. Además, permite la interpretación de la información obtenida con los métodos empíricos.
· Inducción y deducción: con el objetivo de realizar inferencias acerca de la información recopilada para una mejor comprensión del desarrollo de las habilidades sociales.
Empíricos:
· Encuesta: explora el estado de las habilidades sociales en los escolares, cómo se expresa en sus relaciones con los demás, en el manejo de sus conflictos cotidianos, en el control emocional.
· Observación: con el objetivo de constatar cómo se expresan las habilidades sociales en los escolares en la dinámica cotidiana del grupo escolar.
Estadísticos:
· Estadística descriptiva: posibilitando el análisis cualitativo y cuantitativo de la información arrojada por los diferentes instrumentos aplicados y su representación en tablas, gráficos y porcientos.
La relación entre dimensiones, indicadores e instrumentos para el diagnóstico de las habilidades sociales queda resumida en Tabla 1:
Dimensiones |
Indicadores |
Instrumentos |
1. Cognitiva |
1. Nivel de información sobre las habilidades sociales |
Encuesta |
2. Nivel de manejo de conflictos |
Encuesta |
|
2. Afectiva |
1. Nivel de perseverancia y tenacidad que permite superar obstáculos. |
Encuesta |
2. Nivel de control de emociones e impulsos. |
Encuesta |
|
3. Nivel de análisis y comprensión de las situaciones. |
Encuesta |
|
3.Comportamental |
1. Nivel en que es capaz de adaptarse positivamente en contextos de adversidad. |
Guía de observación directa |
2. Nivel de resistencia que demuestra en situaciones de conflicto. |
Guía de observación directa |
|
3. Nivel de cooperación. |
Guía de observación directa |
Tabla 1. Dimensiones, indicadores e instrumentos para el diagnóstico de las habilidades sociales.
Como se puede apreciar, los resultados son aportados por la encuesta y la guía de observación directa, ambos validados por criterio de 5 expertos (con categorías científicas de maestrías y doctorados en Ciencias de la Educación).
Encuesta: se realiza a los 25 escolares miembros de la población en estudio. Explora nivel de información que poseen sobre las habilidades sociales, nivel de perseverancia y tenacidad que permite superar obstáculos, nivel de control de emociones e impulsos y nivel de análisis y comprensión de las situaciones.
Observación directa: se realizaron 24 observaciones al grupo en la dinámica de clases y los tiempos de recreación. La guía de observación se diseña desde el entendido de que el grupo psicosocial (grupo de clase) es espacio donde la subjetividad se expresa, y que, como sistema complejo, el grupo toma una cualidad que contiene las individuales, sin que sea ninguna de ellas en particular. Con este instrumento se exploran e interpretan las manifestaciones comportamentales de los estudiantes en el grupo y sus habilidades para la cooperación, la gestión del apoyo social, el nivel de tolerancia a las situaciones de conflicto, la adaptabilidad y la negociación.
Resultados de la Encuesta: se realizó la encuesta a los 25 escolares, para un 100% de participación. Los resultados obtenidos arrojan lo siguiente: De un total de 25 escolares, el 16% cuentan con información sobre las habilidades sociales, o sea, conocen que para asumir conflictos hay que poseer ciertos recursos, un 16% lo determina de manera regular, mientras que el 68% no conoce sobre el tema. El 76% no es capaz de manejar los conflictos de manera adecuada y el otro 24% lo hace regularmente. El 40% de los escolares manifiestan que poseen perseverancia y tenacidad ante un problema, otro 40% lo hace regularmente, para un 20% que no lo hace de forma regular. No controlan las emociones por situaciones que se pueden dar en el grupo, evidenciándose en un 28% que lo hace regularmente y un 72% que no lo hacen. El 100% de los escolares no analizan los problemas del grupo, por lo que tampoco los comprenden.
Resultados de la Observación: los resultados obtenidos en la observación al 100 % de los escolares apuntan a que todos los indicadores se evalúan de baja presencia, pues más del 50% de ellos no se observó o se observó solo en una ocasión. Solo un 8% mantienen adecuada adaptación ante situaciones y contextos de conflictos, mientras que el 40% lo hacen a veces dependiendo del problema y la situación concreta y el 52% nunca lo hacen. Solamente un 12% se muestran resistentes ante situaciones de conflictos, pero un 36% lo hacen de manera regular y el otro 52% nunca se muestran resistentes. Un 54% de los escolares se muestra cooperadores ante las actividades que se realizan, el 28% solo es capaz de hacerlo a veces y el 8% nunca lo hacen.
En el diagnóstico del desarrollo de habilidades sociales realizado a los escolares preadolescentes, se evalúan 3 dimensiones que incluyen una totalidad de 8 indicadores.
Indicador 1.1: Nivel de información sobre las habilidades sociales.
A pesar de que algunos escolares conocen que hay que tener información para solucionar problemas, no los dominan con claridad. Considerando los resultados, el indicador se evalúa de nivel bajo, para un 16% de la población estudiada.
Indicador 1.2: Nivel de manejo de conflictos.
En los resultados del diagnóstico realizado se registra que los escolares no saben cómo manejar un conflicto. El indicador se evalúa de nivel bajo, para un 0% de escolares.
Indicador 2.1: Nivel de perseverancia y tenacidad que permite superar obstáculos. Se evidencia que no se esfuerzan para lograr buscarle la solución a los conflictos que se pueden presentar, no se mantienen firmes, no ponen resistencia. El indicador se evalúa de nivel bajo, para un 40% de escolares que son perseverantes y tenaces para superar obstáculos.
Indicador 2.2: Nivel de control de emociones e impulsos. No hay regulación para el control de emociones e impulsos. El indicador es evaluado de nivel bajo, para un 0%.
Indicador 2.3: Nivel de análisis y comprensión de las situaciones. Se constató que los escolares no realizan un análisis detallado de las situaciones que les suceden ni las interpretan adecuadamente. Se evalúa el indicador de nivel bajo, para un 0%.
Indicador 3.1: Nivel en que es capaz de adaptarse positivamente en contextos de adversidad. Los resultados demuestran que los escolares no poseen una adaptación en los contextos de adversidad, lo cual dificulta el perfeccionamiento para solucionar los conflictos. El indicador se evalúa de nivel bajo, para un 8% de escolares que mantienen una actitud adecuada en cuanto a la capacidad de adaptarse a situaciones de conflictos.
Indicador 3.2: Nivel de resistencia que demuestra en situaciones de conflicto. Los escolares no soportan la presión ante situaciones de conflictos, prefiriendo ceder ante las mismas. El indicador se evalúa de nivel bajo para un 12% de escolares que se muestran resistentes.
Indicador 3.3: Nivel de cooperación. En la evaluación de este indicador se constató que los escolares, como generalidad, ejecutan acciones cooperativas. Se evalúa de nivel medio, pues registra un 64% de escolares que son cooperadores con los coetáneos.
El siguiente gráfico da cuentas del comportamiento de los indicadores (en términos de Bien, Regular o Mal) para las dimensiones cognitiva, afectiva y comportamental, definidas para el diagnóstico de las habilidades sociales con los escolares preadolescentes.
Figura 1. Resultados del diagnóstico por indicadores y dimensiones.
Las dimensiones del desarrollo de habilidades sociales están evaluadas de bajo nivel, dada la falta de información sobre el tema (8%), la insuficiente afectividad y motivación de los escolares por el tema de las habilidades sociales (13.3%) y la inadecuada actitud asumida para el desarrollo de estas (41,3%).
Los datos obtenidos – a partir de la triangulación metodológica- arrojaron el estado actual del problema investigado, a partir de las siguientes regularidades:
· Insuficiente dominio por parte de los escolares de las habilidades sociales y cómo manejar las situaciones problémicas que se les puedan presentar en el grupo.
· Los escolares no cuentan con la habilidad necesaria para controlar las emociones e impulsos ni para analizar y comprender los conflictos, siendo esto último lo más afectado.
· No se adaptan ni resisten situaciones de conflicto.
Estos resultados ponen a relieve la necesidad de programas educativos – con el concurso interdisciplinario de la Pedagogía y la Psicología- para el desarrollo de habilidades sociales en los centros escolares, a fin de preparar a los estudiantes para la difícil etapa de la adolescencia, a sabiendas de que el grupo psicosocial y la escuela, son agentes de socialización de suma importancia, por las características psicológicas de esta etapa del desarrollo.
1. Ampliar el diagnóstico con escolares preadolescentes a otras habilidades sociales como la comunicación, la planificación del tiempo y la resiliencia, por la importancia que ellas revisten para el desempeño del ser humano en la vida adulta.
2. Diseñar sistema de talleres para el desarrollo de habilidades sociales en los estudiantes diagnosticados.
3. Diseñar una propuesta interventiva basada en grupos de reflexión y debate para los maestros del Centro Escolar Alejandro Játiva Martínez, ubicado en socio-vivienda 1, sector La Prosperina noreste de Guayaquil, que aborde la temática de las habilidades sociales desde su dimensión psicosocial, dotando a los beneficiarios de herramientas para la atención a los escolares, con el fin de que la investigación abarque la totalidad de la población preadolescente de la institución.
4. Extender la investigación a varios centros escolares y a estudiantes de otros niveles de educación, así como a otras agencias educativas que inciden en el sujeto, dígase familias y comunidades, a fin de obtener diversas perspectivas en torno al desarrollo de la habilidad resiliencia.
5. Ampliar el empleo de instrumentos de la metodología de la investigación cualitativa, que tributen a la explicación del fenómeno y no a caracterizarlo.
6. Realizar estudios que correlacionen el acoso escolar con el desarrollo de habilidades sociales, usando muestras representativas que justifiquen la necesidad de cambios sustantivos en la política educacional en Ecuador.
Ballesteros, J. y Gil, D. (2002). Habilidades sociales. Madrid: Síntesis.
Bozhovich, L.I. (1976). La personalidad y su formación en la edad infantil. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.
Caballo, V.E. (2007). Manual de evaluación y entrenamiento de las habilidades sociales. Madrid, España: Editorial Siglo XXI.
Colectivo de Autores (2011). Orientación educativa I y II. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.
Collazo, B., Puentes, M. (1992). La orientación en la actividad pedagógica. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación.
Fariñas León, G. (2009). Psicología, Educación y Sociedad. Un estudio sobre desarrollo humano. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación.
Knaul, F., Ramírez, M. (2014). El impacto de la violencia intrafamiliar en la violencia intergeneracional, la progresión escolar y el mercado laboral en México. Caleidoscopio de la Salud, 69.88.
Martínez Gómez, C. (2016). Salud familiar. La Habana, Cuba: Editorial Científico Técnica.
Pozo-Ortega, J. (2018). Juegos cooperativos para disminuir el acoso escolar en estudiantes del séptimo año de educación básica, parelelo “b” de la escuela 18 de noviembre (Universidad nacional de Loja, Ecuador). Recuperado de: https://dspace.unl.edu.ec/jspui/bitstream/123456789/20680/1/TESISI JENNIFER POZO.pdf